Radiografía de Húmero: posiciones, técnica y evaluación completa del hueso del brazo

Radiografía de Húmero: proyecciones, técnica y estructuras anatómicas visibles

La radiografía de húmero es uno de los estudios más solicitados dentro del área musculoesquelética. Este examen permite evaluar el hueso largo que se extiende desde el hombro hasta el codo, siendo clave para identificar fracturas, lesiones traumáticas, procesos inflamatorios o alteraciones óseas. Comprender su anatomía, las proyecciones básicas y los criterios de posicionamiento es fundamental para obtener una imagen de calidad diagnóstica.

El húmero, al ser un hueso largo y robusto, puede fracturarse en diferentes segmentos, por lo que las radiografías deben abarcar siempre las articulaciones proximal y distal: el hombro y el codo. Así se garantiza que no se omitan lesiones asociadas. Las proyecciones más comunes son la Anteroposterior (AP) y la Lateral, aunque existen variaciones adaptadas al estado del paciente o a la región específica a estudiar.


🦴 Anatomía radiológica del húmero

El húmero es el hueso más largo del miembro superior y se divide anatómicamente en tres partes principales:

  • Extremo proximal: se articula con la escápula en la cavidad glenoidea, formando la articulación glenohumeral. Aquí se encuentran la cabeza humeral, el cuello anatómico y quirúrgico, y las tuberosidades mayor y menor (troquín y troquíter).
  • Cuerpo o diáfisis: es la porción media, de forma cilíndrica, donde se inserta el deltoides y donde discurre el surco del nervio radial.
  • Extremo distal: se articula con el radio y el cúbito, formando el codo. Presenta los cóndilos humerales, la tróclea, el capitellum y los epicóndilos medial y lateral.

Una buena radiografía de húmero debe mostrar el hueso completo, con ambas articulaciones visibles o al menos parcialmente incluidas para permitir una evaluación global.


📸 Proyecciones radiográficas básicas

El estudio estándar del húmero consta de dos proyecciones ortogonales: la Anteroposterior (AP) y la Lateral. Estas vistas perpendiculares entre sí permiten una correcta valoración tridimensional del hueso y sus relaciones articulares.


🔹 Proyección Anteroposterior (AP) de Húmero

Es la proyección de rutina, utilizada tanto para estudios de control como para la valoración inicial ante traumatismos.

Posicionamiento del paciente

  • El paciente puede estar de pie o sentado frente al detector.
  • El brazo del lado a estudiar se coloca extendido y en ligera rotación externa, con la palma de la mano hacia adelante.
  • El hombro debe estar alineado con el detector, y el plano coronal del cuerpo paralelo a él.
  • El rayo central se dirige perpendicularmente al punto medio del húmero, asegurando incluir tanto la articulación del hombro como la del codo dentro del campo.

Estructuras anatómicas visibles

  • Húmero completo, desde la cabeza humeral hasta los cóndilos distales.
  • Articulaciones glenohumeral y humerocubital parcialmente visibles.
  • Delimitación clara de corticales óseas.
  • Superposición mínima de partes blandas.

Parámetros técnicos

  • Distancia foco-película: 100–110 cm.
  • kV: 60–70.
  • mAs: 6–10.
  • Colimación: incluir ambos extremos óseos.

🔸 Proyección Lateral de Húmero

Esta vista complementa la proyección AP, mostrando el húmero de perfil y permitiendo evaluar desplazamientos o angulaciones en fracturas.

Posicionamiento

  • El paciente se coloca de pie o sentado lateralmente al detector.
  • El codo se flexiona 90° y el dorso de la mano se apoya sobre el abdomen o el costado opuesto.
  • El rayo central se dirige perpendicular al punto medio del húmero.

Estructuras visibles

  • Proyección lateral verdadera del húmero completo.
  • Relación anatómica entre cabeza humeral y cavidad glenoidea.
  • Olecranon visible en la parte distal, sin superposición excesiva.

En algunos casos, cuando el paciente no puede rotar o levantar el brazo (por ejemplo, en fracturas proximales), se utiliza una proyección lateral de Lawrence (transaxilar o transtorácica), que permite visualizar el húmero a través del tórax.


📐 Proyección transtóracica (Lawrence)

Esta proyección se realiza cuando no es posible colocar el brazo afectado en posición normal debido al dolor o inmovilización.

  • El paciente se coloca de pie con el lado lesionado pegado al detector.
  • El brazo opuesto se eleva por encima de la cabeza.
  • El rayo central atraviesa el tórax en sentido lateral, perpendicular al plano del detector.
  • Se utilizan tiempos de exposición más largos para compensar la atenuación del tórax.

Esta vista muestra el húmero proximal, incluyendo la cabeza humeral y su relación con la escápula, lo cual es útil para descartar luxaciones o fracturas subcapitales.


🔻 Proyección lateral en decúbito

En pacientes hospitalizados o con movilidad limitada, puede realizarse una proyección lateral con el paciente en decúbito dorsal.

  • El brazo lesionado se extiende lateralmente, con el antebrazo flexionado sobre el abdomen.
  • El rayo central se dirige perpendicular al eje del húmero.
  • Se asegura incluir al menos uno de los extremos articulares.

⚙️ Parámetros técnicos generales

  • Distancia foco-película: 100–110 cm.
  • kV: entre 60 y 75, dependiendo del tamaño del paciente.
  • mAs: 6 a 12.
  • Protección gonadal y tiroidea obligatoria.
  • Colimación ajustada al área de interés, incluyendo hombro y codo.

📋 Criterios de calidad radiográfica

  • El húmero debe visualizarse completo en ambas proyecciones.
  • Las corticales óseas deben verse nítidas y sin borrosidad por movimiento.
  • Las articulaciones proximal y distal deben aparecer abiertas o al menos parcialmente visibles.
  • No debe haber rotación: los epicóndilos deben verse simétricos en la proyección AP.
  • En la lateral, el perfil del húmero debe ser claro, sin superposición de estructuras blandas.

🚫 Errores frecuentes

  • Rotación excesiva del brazo: genera superposición entre la cabeza humeral y la glenoides.
  • Colimación insuficiente: puede cortar los extremos articulares, impidiendo una evaluación completa.
  • Movimientos durante la exposición: provocan pérdida de nitidez, especialmente en pacientes pediátricos o doloridos.
  • Exposición inadecuada: un kV alto reduce el contraste óseo, mientras que uno bajo genera ruido.

🧩 Aplicaciones clínicas de la radiografía de húmero

Las indicaciones más frecuentes para este estudio incluyen:

  • Traumatismos por caídas, accidentes o lesiones deportivas.
  • Dolor localizado o deformidad evidente en el brazo.
  • Fracturas proximales, diafisarias o distales del húmero.
  • Evaluación de consolidación ósea tras tratamiento quirúrgico o yeso.
  • Valoración de procesos óseos patológicos como tumores o infecciones.

En casos de fracturas proximales, las imágenes deben analizarse junto a radiografías de hombro para identificar posibles luxaciones o fracturas combinadas de la cabeza humeral. En fracturas distales, se debe evaluar el compromiso articular del codo.


🔍 Consideraciones adicionales

El técnico en radiología debe verificar siempre que el paciente retire objetos metálicos, relojes o pulseras que puedan generar artefactos. Además, debe cuidar la inmovilización del miembro para evitar repeticiones. En estudios pediátricos, se pueden usar dispositivos de sujeción suaves o el acompañamiento del padre con protección plomada.

En pacientes politraumatizados, la técnica puede adaptarse para realizar proyecciones con el paciente acostado, utilizando soportes o desplazando el tubo radiográfico. La prioridad es siempre evitar el movimiento innecesario del miembro lesionado.


📊 Tabla resumen de proyecciones radiográficas del húmero

ProyecciónPosición del pacienteRayo centralObjetivo
Anteroposterior (AP)Brazo extendido, palma hacia adelantePerpendicular al punto medio del húmeroVisualizar el húmero completo y articulaciones
LateralCodo flexionado 90°, dorso de la mano sobre el abdomenPerpendicular al punto medioEvaluar desplazamientos y alineación
Transtóracica (Lawrence)Brazo opuesto elevado, rayo lateral a través del tóraxPerpendicular al detectorVisualizar húmero proximal sin mover el brazo
Lateral en decúbitoPaciente acostado, brazo lateralizadoPerpendicular al eje del húmeroAlternativa en pacientes inmovilizados

🧠 Conclusión

La radiografía de húmero es una técnica sencilla pero fundamental en el diagnóstico de lesiones del miembro superior. Su correcta ejecución depende de una buena alineación, exposición y posicionamiento del paciente. Las proyecciones AP y lateral proporcionan una visión completa del hueso y de sus articulaciones vecinas, mientras que las variantes, como la transtóracica, resultan útiles cuando existen limitaciones físicas.

Dominar estas proyecciones no solo permite obtener imágenes diagnósticas de calidad, sino también garantizar la comodidad y seguridad del paciente. Una buena práctica técnica es la base para un diagnóstico radiológico confiable y eficiente.

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