Radiografía de Columna Vertebral: proyecciones, técnica y anatomía radiográfica
La radiografía de columna es una de las exploraciones más solicitadas en radiología convencional. Permite estudiar la estructura ósea que sostiene el cuerpo humano, formada por vértebras, discos intervertebrales y articulaciones que dan estabilidad y movilidad. Su finalidad es evaluar lesiones traumáticas, procesos degenerativos, desviaciones posturales y alteraciones congénitas.
El estudio radiográfico de la columna se divide generalmente en tres grandes regiones: cervical, torácica (o dorsal) y lumbar. Cada una requiere una técnica y posicionamiento distintos, adaptados a su curvatura natural y densidad ósea. A continuación se detalla cada proyección con sus características y criterios técnicos esenciales.
🦴 Radiografía de Columna Cervical
La columna cervical comprende siete vértebras (C1–C7) y su estudio radiográfico busca evaluar la alineación vertebral, el espacio intervertebral, la integridad del arco posterior y posibles fracturas o luxaciones. Es una zona de gran movilidad, por lo que una correcta inmovilización y posicionamiento son esenciales.
Proyección Anteroposterior (AP)
- El paciente se coloca en posición erguida o decúbito supino, con el mentón ligeramente elevado.
- El rayo central se dirige perpendicular al nivel de C4 (aproximadamente a la altura del cartílago tiroides).
- Debe incluirse desde C3 hasta T2 en la imagen.
Esta proyección muestra las apófisis espinosas en línea media y los cuerpos vertebrales alineados. Los espacios intervertebrales deben observarse con claridad y sin rotación evidente.
Proyección Lateral
- El paciente se posiciona de pie o sentado, con el lado izquierdo del cuello apoyado en el chasis.
- El plano medio sagital queda paralelo al detector y perpendicular al rayo central.
- El rayo incide a nivel de C4.
Esta vista es la más útil para valorar alineaciones, fracturas o desplazamientos vertebrales. Deben visualizarse las siete vértebras cervicales y el espacio intervertebral C7–T1.
Proyección Oblicua
- El paciente se rota 45° respecto al receptor, ya sea anterior o posterior.
- El rayo central se dirige a C4, con una angulación de 15°–20° cefálica (oblicua anterior) o caudal (oblicua posterior).
Esta proyección destaca los agujeros intervertebrales y las apófisis articulares, lo que facilita la detección de pinzamientos o cambios degenerativos en las raíces nerviosas.
Proyección Odontoidea (Boca abierta)
- El paciente abre la boca ampliamente mientras mantiene el plano oclusal paralelo al chasis.
- El rayo central pasa por el centro de la boca, dirigido a través del eje de los incisivos superiores.
Se visualizan las vértebras C1 (atlas) y C2 (axis), incluyendo la apófisis odontoides. Es fundamental para descartar fracturas del diente del axis o luxaciones atlantoaxoideas.
🧍 Radiografía de Columna Dorsal (Torácica)
La región dorsal está formada por doce vértebras (T1–T12), cada una articulada con un par de costillas. Su estudio radiográfico permite identificar fracturas, cifosis, alteraciones de alineación y lesiones osteolíticas o metastásicas.
Proyección Anteroposterior (AP)
- El paciente se coloca en decúbito supino o de pie, con los brazos a los costados.
- El rayo central se dirige perpendicularmente a la mitad del esternón, a nivel de T7.
- Debe incluirse desde C7 hasta L1 en la imagen.
Esta vista muestra los cuerpos vertebrales dorsales, los discos intervertebrales y las costillas en su inserción con la columna. El contraste debe permitir visualizar tanto los cuerpos óseos como las sombras pulmonares.
Proyección Lateral
- El paciente se coloca de pie o en decúbito lateral, con los brazos elevados al frente.
- El rayo central se centra a nivel de T7, perpendicular al chasis.
Es la vista más útil para valorar el alineamiento sagital, la altura de los cuerpos vertebrales y el grado de cifosis fisiológica. Se recomienda aumentar la distancia foco-película (180 cm) para reducir la magnificación.
Proyección de Nado (Swimmer’s view)
Cuando no es posible visualizar la unión cervicotorácica en la proyección lateral estándar, se recurre a la proyección de nadador. El paciente eleva un brazo y baja el otro, imitando el gesto del nado de estilo libre. El rayo central incide a nivel de C7–T1.
Esta técnica permite distinguir las vértebras bajas del cuello y las superiores del tórax en una sola imagen, muy útil en casos de trauma cervical alto.
💺 Radiografía de Columna Lumbar
La región lumbar es la más grande y resistente de la columna, compuesta por cinco vértebras (L1–L5). Las radiografías lumbares se utilizan para detectar fracturas, hernias discales, artrosis, escoliosis y otras alteraciones posturales.
Proyección Anteroposterior (AP)
- El paciente se coloca en decúbito supino, con las rodillas flexionadas para reducir la lordosis lumbar.
- El rayo central se dirige perpendicular a nivel de L3 (unos 5 cm por encima de la cresta ilíaca).
Debe incluirse desde T12 hasta S1. Los cuerpos vertebrales deben visualizarse simétricos, sin rotación ni inclinación lateral.
Proyección Lateral
- Paciente en decúbito lateral, con rodillas ligeramente flexionadas y brazos cruzados al frente.
- El rayo central se centra a nivel de L3.
Permite observar los espacios intervertebrales y los cuerpos vertebrales en perfil. Es la mejor proyección para evaluar la altura de los discos, desplazamientos vertebrales (espondilolistesis) o colapsos.
Proyección Oblicua
- El paciente se rota 45° respecto al plano del chasis.
- El rayo central incide a nivel de L3.
Esta proyección resalta las articulaciones interapofisarias, que adoptan la forma característica del “perrito escocés” (Scottie dog). Es útil para identificar defectos en la pars interarticularis (espondilólisis).
Proyección Lumbosacra (L5–S1)
- Paciente en decúbito lateral, con una ligera angulación caudal del rayo (5°–8°).
- El rayo central se dirige entre las crestas ilíacas y el borde inferior de la pelvis.
Se utiliza para observar la articulación lumbosacra con claridad, una zona donde frecuentemente se producen lesiones degenerativas o mecánicas.
🪶 Proyecciones Especiales
- Escoliosis (panorámica): paciente de pie, vista AP o PA de toda la columna. Permite medir ángulos de desviación y control ortopédico.
- Hiperextensión e hiperflexión cervical: para evaluar estabilidad de la columna tras lesiones.
- Funcionales lumbares: tomadas en bipedestación con flexión y extensión máxima, útiles en estudios dinámicos.
⚙️ Parámetros Técnicos Generales
- Distancia foco-película: 100–115 cm (180 cm en dorsal lateral).
- kV: entre 75 y 90 según la región (menor en cervical, mayor en lumbar).
- mAs: medio a alto, dependiendo del espesor corporal.
- Colimación: ajustada estrictamente a la zona anatómica de interés.
- Protección: uso de delantal plomado y protección gonadal en pacientes jóvenes.
❌ Errores Frecuentes
- Rotación del paciente, que provoca asimetría en las apófisis espinosas.
- Exposición insuficiente o excesiva, dificultando la visualización de espacios intervertebrales.
- Falta de colimación, que aumenta la dosis de radiación innecesaria.
- No incluir todas las vértebras requeridas (especialmente C7 o L5–S1).
- Movimientos respiratorios o musculares durante la exposición.
📋 Tabla Resumen de Proyecciones de Columna
| Región | Proyección | Rayo Central | Utilidad |
|---|---|---|---|
| Cervical | AP | C4 | Visualización general de cuerpos vertebrales |
| Cervical | Lateral | C4 | Alineación vertebral y fracturas |
| Cervical | Oblicua | C4 (15–20°) | Agujeros intervertebrales |
| Cervical | Odontoidea | Boca abierta | C1–C2 |
| Dorsal | AP | T7 | Vista general de la región torácica |
| Dorsal | Lateral | T7 | Curvatura y alineación |
| Lumbar | AP | L3 | Evaluación de cuerpos y discos |
| Lumbar | Lateral | L3 | Altura vertebral y desplazamientos |
| Lumbar | Oblicua | L3 | Articulaciones interapofisarias |
| Lumbosacra | Lateral angulada | L5–S1 | Articulación lumbosacra |
🧠 Conclusión
La radiografía de columna sigue siendo una herramienta fundamental para la evaluación estructural del eje vertebral. A pesar del avance de técnicas más complejas como la tomografía o la resonancia magnética, las proyecciones básicas continúan siendo la primera opción en el diagnóstico inicial.
Conocer la posición correcta, los parámetros técnicos y los criterios de evaluación permite obtener imágenes claras, diagnósticas y reproducibles. Desde la región cervical hasta la lumbosacra, cada segmento aporta información valiosa sobre la anatomía, alineación y posibles patologías vertebrales.